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21 de junio de 2017

Ministerio de Salud busca proyectar su trabajo en discapacidad y rehabilitación al año 2030

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Santiago, 21 de junio de 2017.- Actualmente más de dos millones de personas tienen algún grado de discapacidad en Chile y según la Organización Mundial de la Salud, en pocos años la discapacidad será un motivo de preocupación mayor, pues su prevalencia está en aumento debido a una población cada vez más envejecida y propensa a desarrollar problemas de discapacidad. Por eso el Ministerio de Salud, con el patrocinio de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), se encuentran analizando políticas y medidas para abordar el tema en el seminario “Rehabilitación 2030: Un llamado a la acción”.

En el encuentro estuvieron presentes la representante de la OPS en Chile, Paloma Cuchí; la directora de Discapacidad y Rehabilitación de la Organización Mundial de la Salud, Alarcos Cieza; el director del Servicio Nacional de Discapacidad, Daniel Concha; el director del Servicio Nacional del Adulto Mayor, Rubén Valenzuela y representantes de sociedades científicas y colegios profesionales del país.

La Ministra de Salud, Carmen Castillo, inauguró el seminario afirmando que “el acceso real y oportuno a la medicina de rehabilitación requiere del esfuerzo de todos los actores que están aquí reunidos. Esto tiene que ver con nuestra población que cada vez tiene más enfermedades no transmisibles y el envejecimiento obliga a ir pensando que tenemos que ir adquiriendo un trabajo complementario en los distintos niveles de atención para brindar la rehabilitación”.

Agregó que “la rehabilitación cada vez  es un requerimiento más creciente para nuestra población. Dar esta posibilidad a cada uno de nuestros habitantes es algo que tenemos que ir comprometiendo en fases progresivas”.

La Secretaria de Estado recordó que es a partir del año 2007 que el Ministerio de Salud instala el Programa de Rehabilitación Integral, iniciativa que ha tenido un desarrollo sistemático y progresivo.  Su objetivo es favorecer la oportunidad y el acceso a la rehabilitación en todos los niveles, acercando la rehabilitación a la comunidad, organizando y distribuyendo la atención por nivel de complejidad, concentrando aquellas de mayor dificultad en los niveles secundario y terciario y aquellas de menor complejidad en la Atención Primaria de Salud (APS).

Surgen entonces las Salas de Rehabilitación en los Centros de Salud, donde se generaron las condiciones para entregar prestaciones de rehabilitación, incorporando kinesiólogos y terapeutas ocupacionales, junto a la infraestructura y equipamiento correspondiente. Se conformaron, además, equipos rurales de rehabilitación encargados de trasladarse hacia zonas más alejadas y dispersas. “Hoy existen 247 salas de rehabilitación financiadas por el Ministerio de Salud y nuestra meta es lograr 574. Además, contamos con 32 equipos rurales. Paralelamente, comenzamos a fortalecer los servicios de rehabilitación de nivel secundario y terciario, implementando equipamiento y aumentando los recursos humanos para rehabilitación”, dijo la Ministra Castillo.

De tal manera que el Ministerio de Salud ha desarrollado una Red de Rehabilitación instalada en la Red de Salud Pública, que vela por una atención oportuna y de calidad de nuestros pacientes, favoreciendo la continuidad de la atención, donde los usuarios pueden acceder en función de sus necesidades.

Desafíos por abordar
La Secretaria de Estado destacó que aún existen brechas por resolver, como el desafío de optimizar los sistemas de información en el ámbito de la rehabilitación. “Por otro lado, debemos dar un fuerte impulso a la formación de recursos humanos en materias como ortesis y prótesis, y requerimos contar con más médicos fisiatras, entre otros profesionales. Finalmente, es importante lograr mayores niveles de articulación y vínculo con otros sectores fundamentales en materia de rehabilitación, como Educación, Desarrollo Social y Trabajo, para que intersectorialmente promovamos en la comunidad la necesidad de garantizar una vida sana y bienestar para todas las edades”.

Concluyó que “el desafío de la inclusión social comienza por garantizar el acceso a derechos, que en materia sanitaria, deben promoverse para todas las personas por igual”.

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