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22 de julio de 2016

Talca: Casa del Donante de Sangre, cuando un gesto puede salvar una vida

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Corren tiempos poco solidarios. Las encuestas demuestran que cada vez menos chilenos se interesan en apoyar causas sociales. Y el voluntariado no está de moda y cae a sus niveles más bajos.

En medio de este escenario poco favorable la Casa del Donante quiebra la tranquilidad del barrio céntrico de Talca.

En su interior un grupo de profesionales de la salud trabaja intensamente. De su labor depende la vida de muchos. “Nuestro objetivo es promover la donación de sangre voluntaria, por eso dedicamos mucho esfuerzo y tiempo para estar vigentes. Tenemos campañas promocionales mensuales, Colectas Móviles diarias, lo que pretendemos es que la donación de sangre pueda ser accesible a todos los usuarios”, nos dice Aaron Mena, tecnólogo médico y coordinador. “La sangre es vital para los pacientes que necesitan terapia sanguínea y en definitiva es de suma importancia para todos, pues en cualquier momento alguno de nosotros puede requerir de sangre para seguir viviendo”, agrega.

En esta compleja tarea se cuenta con el trabajo de 7 tecnólogos médicos, 6 técnicos paramédicos y el Dr. Enrique Campos quien dirige esta titánica tarea.  Todos despliegan diariamente todas sus capacidades para mantener abastecida a la red hospitalaria de este elemento esencial para la vida. Una vez recibida una donación la sangre esta es procesada y estudiada en el Centro de Sangre de Concepción. Luego es devuelta en cantidad suficiente para los usuarios del Maule.

Dada la importancia de contar siempre con sangre suficiente para las acciones regulares de salud y estar preparados para una emergencia, la Casa del Donante realiza permanentemente campañas destinadas a captar donantes voluntarios. Para Aarón Mena este es el principal problema que deben enfrentar “necesitamos que todos comprendan la importancia de contar con este vital elemento,  sangre segura y cantidad suficiente en nuestros recintos hospitalarios, ese mensaje es nuestro pan de cada día y por el cual nos motivamos todas las mañanas a seguir trabajando”, dice.

Contar con donantes regulares es el objetivo. Los que ya lo son pueden donar tres o cuatro veces en el año. Saben que están salvando vidas. “Con los donantes repetidos ya nos conocemos, saben que están ayudando y nosotros los hacemos sentir como en su casa. A los donantes nuevos los instamos a ser parte de esta obra de solidaridad, que nos ayuda a todos”, afirma Aaron. Pero conseguirlos no es fácil por lo que permanentemente están trabajando “como un circo pobre, hacemos de todo, adornamos nuestra Casa para mostrar alegría a los donantes, la pintamos de muchos colores para que la gente nos identifique. Tenemos una participación muy activa en redes sociales, sobre todos en nuestros fanpage. Y a todos nuestros donantes voluntarios les entregamos un regalito por cada donación que realizan”, informa.

Entre todos los equipos y dispositivos del Servicio de Salud Maule sus compañeros de labores los reconocen como un grupo alegre y comprometido.

En la región se necesitan alrededor de 15 mil donaciones por año, lo que no significa necesariamente 15 mil donantes, pues los hombres pueden donar 4 veces por año y las mujeres 3.

En el 2015 terminaron con un 35% de donación voluntaria y este año van por el 40%,  esa es la meta este año y van bien encaminados. Pero se requiere el aporte de los ciudadanos solidarios y comprometidos que hacen posible salvar cientos de vidas cada día.

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